Tauromaquía… ¿Sí o no?

La Tauromaquía se refiere a todo lo relativo a la práctica de lidiar toros. El toro que se usa para las corridas se le llama Toro de Lidia, es una especie única en el mundo, ya que es un animal que a diferencia de los demás, su vida está relacionada con la muerte desde que nace, sella su destino. Durante sus primeros cuatro años de crianza se le trata mejor que a cualquier animal de ganado en el mundo.

El 28 de julio del 2010 en Cataluña, España el Parlamento catalán acepto la iniciativa Legislativa Popular que prohíbe las corridas de toros en la comunidad con  68 votos a favor, 55 en contra, y 9 abstenciones. La ley entrará en vigor el 1 de enero de 2012.

Es un espectáculo que nació en España en el siglo XII, que ahora, en la región de Cataluña no se debería de prohibir porque se quiere independizar y desprender de ésta, por eso varios se escudan diciendo que es por la Ley que protege a los animales. Y un ejemplo de esto es que los diputados nacionalistas se han inclinado por el sí; los socialistas han optado principalmente por el no. La existencia de las corridas no depende de LA VIDA del toro, la existencia de la especie depende de la fiesta brava.

Creo que se puede estar de acuerdo que la fiesta taurina ya es una tradición reconocida no solo en España, sino en todo el mundo. Es importante mencionar algunas críticas a favor de esto de personas importantes como lo es del escritor y filósofo José Ortega y Gasset explicaba que era impensable estudiar la historia de España sin considerar las corridas de los toros. O como las palabras de  Federico García Lorca manifestaba su abierto apoyo y gusto por la tauromaquia: “El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”.

Así hay una extensa lista de personas importantes como lo son: el peruano Mario Vargas Llosa, el escultor y pintor colombiano Fernando Botero y el escultor y pintor mexicano Humberto Peraza, Francisco de Goya, Nicolás Fernández de Moratín, Valle-Inclán, Fernando Savater, Enrique Tierno Galván, y artistas como Joaquín Sabina o Joan Manuel Serrat, aducen que estas críticas de los antitaurinos: “obedecen a la ignorancia, ya que el toro de lidia vive en libertad en su hábitat natural y, sin las corridas, no solo se extinguiría el toro bravo, sino el propio ecosistema en que se desenvuelve”.

Estoy en contra que prohíban la fiesta taurina ya que además que dejarían de lado una tradición muy importante, tendría grandes repercusiones en el ámbito económico. Según un estudio de la Fundación Altarriba (organización a favor de los animales), las subvenciones a las corridas de toros en 2007 ascendieron a la cantidad de 564 millones de euros, unos 12 euros por cada español. Parte de este dinero procede de los fondos europeos destinados a la ganadería, destinándose 220 euros por cabeza de ganado a los criadores de toros de lidia. Sin la práctica de esta fiesta taurina, muchas personas quedarían desempleadas desde el ganadero hasta el acomodador o las personas que venden en las plazas. Mandan a la lista de peligro de extinción a la especie ya que las ganaderías no tendrían insumos ni ganancias y no habría caso de mantener vivo a un animal que no produce nada. Su carne no se come, no son bestias de arreo, no dan leche, ni sirven para el calzado ya que la piel es muy dura en el  lomo tanto como la del elefante.

Pensemos en esto por un momento: cada animal tiene una razón de ser como la vaca que da leche, los peces que comemos, los cerdos que se matan de una manera si se quiere comparar igual de cruel, los pollos que se sirven en rosticerías, los perros que los tomamos como animales domésticos para jugar con ellos, las pieles de varios animales que algunas personas usan como abrigos, entre otros, de esta manera el toro de Lidia nació para ser bravo.

Así que la próxima vez que se piense en estar en contra de la tauromaquia o las fiestas taurinas, asegurémonos de poner todo en una balanza. Porque en vez de que muchas personas pongan pancartas o campañas, que griten "asesinos come carne", deberían de informarse más acerca de todo lo que está relacionado y no volverse simples aficionados, que justifiquen sus palabras y no solo mostrar sangre y toros muertos en sus fotos.